Menos estrés, más risa: 12 formas extrañamente efectivas de controlar el estrés (y que son realmente divertidas)
- B&B Therapy
- hace 7 días
- 6 Min. de lectura
Seamos realistas: ¡“simplemente respirar” no siempre es suficiente!
A veces, controlar el estrés requiere algo más que respirar hondo y tomar una infusión. A veces se necesita… un títere. O música disco. O gritar al ritmo de baladas potentes en la cocina.
Si el autocuidado tradicional te resulta un poco aburrido, no estás solo. Aquí tienes algunas maneras divertidas, originales y sorprendentemente efectivas de manejar el estrés cuando la vida se vuelve demasiado ajetreada.

1. Terapia de garabatos: cómo dibujar garabatos puede salvar tu cordura
¿Alguna vez te has encontrado garabateando sin pensar en el borde de un cuaderno durante una reunión? Buenas noticias: esa podría ser la herramienta para aliviar el estrés que no sabías que tenías. Garabatear ya no es solo para estudiantes aburridos: es un auténtico truco para la salud mental.
Por qué funciona: Dibujar involucra tu cerebro en una tarea creativa de bajo riesgo, distrayendo tu mente de los ciclos de ansiedad y ayudándote a entrar en un estado de flujo mental. Aumenta la concentración e incluso puede mejorar la retención de la memoria.
Cómo probarlo:
Mantén un bloc de notas cerca de tu escritorio o en tu bolso.
Comience con garabatos, mandalas o incluso sus personajes de dibujos animados favoritos.
¿No eres artístico? Prueba los patrones Zentangle: garabatos estructurados que cualquiera puede hacer.
Consejo adicional: intenta hacer garabatos con tu mano no dominante para un desafío de atención plena adicional.
2. Monstruo rugiente (Confía en el proceso)
¿Te sientes abrumado por el estrés? Intenta convertirte en el monstruo.
Cómo probarlo:
Ve a un lugar privado (o no, no te juzgaremos).
Respira profundamente y deja escapar tu rugido más grande y catártico.
Pisotea como un villano de Godzilla, tira almohadas y siéntete poderoso.
Por qué funciona: La expresión vocal directa puede liberar la tensión acumulada. Además, es difícil tomarse el estrés en serio mientras se finge ser un tiranosaurio.

3. Meditación con pan de ajo: Sí, existe (y funciona)
¿Estresado? ¿Ansioso? Prueba esto: Cierra los ojos, respira hondo e imagina que deshaces una rebanada de pan de ajo caliente y con mantequilla. Lentamente. ¿Ya te sientes mejor?
Meditación sensorial… ¡pero que sea deliciosa! Esta técnica lúdica combina la visualización con la atención plena. En lugar de concentrarte en la respiración, te concentras en una escena rica en sensaciones, como comer tu comida favorita.
Cómo hacerlo:
Elige un alimento que te brinde confort (pan con ajo, panqueques, ramen).
Visualice la textura, el olor y el sabor con vívidos detalles.
Involucra todos tus sentidos como si fuera real.
Por qué ayuda: Involucrar los sentidos ayuda a alejar la mente de los pensamientos ansiosos y llevarla al momento presente, y, a diferencia de los carbohidratos reales, tiene cero calorías.

4. Limpieza de discotecas: Combate el estrés con un trapeador y un ritmo
¿Estresado y estancado? Intenta combatir la ansiedad con… un plumero y Donna Summer. Sí, has leído bien: es hora de limpiar la discoteca.
Por qué funciona: Limpiar proporciona una sensación de control, progreso y gratificación instantánea. Añade música animada y movimiento, y de repente no solo estarás fregando el lavabo, sino bailando para obtener dopamina.
Cómo probarlo:
Crea una “lista de reproducción de limpieza” con canciones llenas de energía y que te hagan sentir bien (piensa en ABBA, Lizzo, Queen).
Configura un temporizador durante 15 minutos y trátalo como si fuera una batalla de baile con polvo.
Ponte algo ridículo (boas, gafas de sol o una diadema con brillantina) simplemente por el estilo.
Puntos extra: Imagina que estás en un montaje de limpieza de una comedia romántica de los 90. Es imposible sentirse miserable mientras haces playback con un cepillo de baño.
5. Baño de bosque en interiores: Vibras naturales sin picaduras de insectos
¿No puedes ir al bosque pero necesitas desesperadamente un rejuvenecimiento mental? Bienvenido al baño de bosque en interiores : terapia natural sin salir de casa (ni cruzarte con un solo mosquito).
De qué se trata: Inspirada en la práctica japonesa de shinrin-yoku (baño de bosque), esta técnica consiste en sumergirse en la experiencia sensorial de la naturaleza, incluso si su “bosque” es una planta de interior llamada Carl.
Cómo probarlo:
Rodéate de plantas, sonidos de la naturaleza o aceites esenciales amaderados (pino, cedro, eucalipto).
Siéntese cerca de una ventana y disfrute de la luz natural.
Reproduzca un paisaje sonoro de la naturaleza: canto de pájaros, susurro de hojas o lluvia.
No hagas nada más que respirar y absorberlo durante 10 minutos.
Por qué funciona: Los estudios demuestran que incluso la exposición a la naturaleza simulada puede reducir el cortisol y la presión arterial. No necesitas un bosque, solo un poco de intención y un ambiente frondoso.

6. Quejarse a una planta
A veces no quieres soluciones, solo quieres despotricar. Y ahí está la planta de interior fiel y sin prejuicios.
Cómo probarlo:
Sienta a tu amigo frondoso favorito.
Desahógate: “¿POR QUÉ es tan estresante el correo electrónico, Gerald?”
Puntos extra: Dale un nombre y una historia a la planta.
Por qué funciona: Hablar en voz alta ayuda a procesar las emociones. Las plantas no interrumpen, no dan malos consejos ni te ignoran. Simplemente vibran y escuchan.
7. Karaoke terapéutico: Grita y canta tus sentimientos
La ciencia dice que cantar reduce el cortisol. Decimos que gritar el estribillo de "Let It Go" como si te fuera la vida en ello es terapéutico e icónico.
Cómo probarlo:
Consigue tu éxito emocional favorito.
Canta como si tus vecinos no estuvieran en casa.
Puntos extra si actúas la actuación frente al espejo.
Por qué funciona: Cantar activa el sistema nervioso parasimpático, lo que mejora el estado de ánimo y reduce la ansiedad; además, es muy difícil estresarse mientras se toca la guitarra aérea dramática.

8. Charlas motivadoras con títeres de calcetín: Recibe ánimo con un calcetín
Sí, vamos en serio. Crea un títere con un calcetín. Ponle nombre. Deja que te anime como un pequeño coach de vida.
Cómo probarlo:
Tome un calcetín limpio, agréguele ojos saltones (opcional) y llámelo como "Coach Cozy".
Háblale como si fuera tu mejor amigo. Pídele consejo.
Di la charla motivadora en voz alta. Ríe. Repite.
Por qué funciona: Externalizar un diálogo interno positivo facilita la confianza. Además, los títeres de calcetín son divertidísimos. Eso también ayuda.
9. Slow Walk Club: Camina como una tortuga, piensa como un monje
Sal a caminar, pero a media velocidad. Sin teléfonos. Sin podcasts. Solo tú, tu respiración y el arte de moverte despacio en un mundo acelerado.
Por qué funciona: Caminar lentamente es una práctica de atención plena que te conecta con el presente y le da a tu sistema nervioso un descanso muy necesario del modo “ir-ir-ir”.

10. Raves de baile en miniatura en el baño
Nadie juzgará tus movimientos, porque nadie te está mirando. (Ojalá).
Cómo probarlo:
Cierra la puerta y pon tu canción favorita que te produce placer culpable.
Baila frente al espejo durante 90 segundos como si fueras el artista principal de Coachella.
Será una ventaja si incluye pistolas de dedos o giros interpretativos.
Por qué funciona: Los micromovimientos y la música rompen el estancamiento físico y mental. Cuanto más divertido sea el baile, más alegre será el ánimo.
11. Desglose de Juice Box: Regresar para recargar
A veces, la mejor manera de afrontar la edad adulta es canalizar a tu niño interior de 8 años.
Cómo probarlo:
Consigue tu snack favorito de la infancia (jugo en cajita, snacks de frutas, etc.).
Mira una caricatura o colorea con crayones durante 10 minutos.
Sin teléfonos, sin responsabilidades, solo modo niño.
Por qué funciona: La regresión desenfadada es tranquilizadora, nostálgica y te saca suavemente del modo supervivencia. Además, ¿a quién no le gustan los jugos en cajita?

12. Dados del Destino: Combate la Fatiga de Decisiones con una Tirada
¿Se te acumulan las pequeñas decisiones? Usa un dado para decidir. El estrés desaparece cuando la presión de elegir a la perfección desaparece.
Cómo probarlo:
Escribe 6 actividades divertidas y útiles (por ejemplo, “estirarse”, “caminar”, “tomar una siesta”, “tomar una merienda”, “llamar a un amigo”, “colorear”).
Tira un dado y haz la cosa.
Sin vueltas. Acepta el caos.
Por qué funciona: El estrés suele aumentar debido a la sobrecarga de decisiones. Dejar que el azar tome pequeñas decisiones le da un respiro a tu cerebro y le añade un toque lúdico.
Reflexiones finales
No tienes que ser serio para tomarte en serio tu salud mental. De hecho, incorporar la rareza, la creatividad y el humor a tus estrategias de afrontamiento podría ser la forma más sostenible de autocuidado que existe.
La próxima vez que sientas que tu cerebro arde, no te quedes con los nervios de punta. Intenta rugir como un monstruo, despotricar contra una planta o preparar muffins de ira. Porque, oye, sanar puede ser divertidísimo .
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